Ayto. de Los Corrales de Buelna


El término municipal de Los Corrales de Buelna se asienta sobre una extensa y fértil vega de verdes praderas rodeadas de suaves elevaciones montañosas (Hoces del Besaya y hoz de Las Caldas) entre otras, que está dividida en su mitad por línea del ferrocarril Santander-Alar-Madrid
El municipio de Los Corrales de Buelna ocupa una superficie de 46,3km. Tiene una población de 11.513 habitantes, altitud sobre el nivel del mar 90 m, siendo municipios limítrofes: San Felices de Buelna, al Este ; Anievas, Arenas de Iguña y Cieza al Sur, Mazcuerras al Oeste y Cartes al Norte
Situado a 39 kilómetros de Santander, se encuentra en el centro geográfico de Cantabria, emplazado sobre el llamado eje del Besaya, principal vía de acceso a la meseta, tanto por ferrocarril, como por carretera (A-67), N-611.
El significado tanto de la bandera como del escudo del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna se define de la siguiente manera:
Bandera

Bandera: Combina 3 colores, dos franjas horizontales ( amarilla y roja) y un triangulo isósceles de color azul.

El significado del color amarillo o Oro es del campo, el Rojo o Gules es de las Estelas y el Azul o Azur es de la flor de Lis.
El escudo se organiza, Campo de oro con 7 flores de Lis de azur y en otro cuartel Campo de Sinople, la riqueza agraria y ganadera del valle con la Estela de Lombera en Oro.
El timbre, La Corona Real española. Escudo

El Ayuntamiento está compuesto de los siguientes pueblos:

Las Caldas de Besaya.        
Lobao
Somahoz
San Mateo
Barros
Coo

Las Caldas del Besaya . Está situada a 4,5 kilómetros de la capital municipal. Tiene 67 habitantes Tiene una altitud de 90 metros. Su nombre proviene de un manantial de aguas termales. Celebra la festividad de la Virgen el 15 de agosto. Se encuentra situada esta localidad en un desfiladero conocido como la Hoz de Las Caldas, garganta abierta por el río Besaya entre los macizos de la Sierra de Ibio y la del Sierra del Dobra. De las montañas que dominan la zona baja el arroyo llamado Rumiales, afluente del Besaya.

Lobao se sitúa en la ladera oeste que bordea el valle y a poco más de dos kilómetros de la capitalidad municipal. Su acceso se realiza a través de la carretera que une Los Corrales de Buelna con Cieza. En el año 2.009 contaba con 40 habitantes en un núcleo poblacional de tipología tradicional creado a los márgenes de una calle principal.

Somahoz, localidad del valle de Buelna, situada en el municipio de Los Corrales de Buelna, El 26 de octubre se celebra la fiesta de la Magosta. En esta localidad residen 936 habitantes de los cuales 117 viven en el barrio de San Andrés. Se puede ver la casa montañesa de la familia Bustamante, del siglo XVII. En Somahoz nació el noble Gaspar Quijano Velarde y Ceballos nacido en 1713.

San Mateo dista a 1,4 kilómetros de la capital municipal, Los Corrales de Buelna.Esta rodeado al Norte por el pueblo de Barros, al Sur-Este por Los Corrales de Buelna y al Oeste por la Reserva Natural del Saja-Besaya en la cual se adentra hasta el nacimiento del río Rebujas. Cuenta con una población de 293 habitantes. De los barrios destacan los históricos; El Isprón, La LLosa, La Castañera y Los Palacios.  A estos nombres se añaden: Peña del Campo, Mies de Arduengo, Escuelas Nacionales, Callejón Desastre, La Corraliega, La Campiza, El Monco, La Pozona, El Coteruco, Rebujas, La Pesquera, El Calero, La Concepción y El Portillo Jarrera.

Barros es una localidad situada a 2,5 kilómetros de Los Corrales de Buelna (Cantabria), capital del municipio . Barros cuenta con 410 habitantes Destaca del lugar el Parque de las Estelas, donde se custodia las estelas gigantes de Barros. Desde 1985 su imagen forma parte del escudo de Cantabria. Fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 1985.

Coo es una localidad del municipio cántabro de Los Corrales de Buelna. Está situada en la cúspide de una montaña, a 120 metros de altitud. Dista 5 kilómetros de la capital municipal. Tiene 312 habitantes,. Se celebra el 8 de septiembre la festividad de Nuestra Señora de los Remedios.

Historia

El momento que se suele tomar para marcar el inicio de este período histórico es el de la aparición de la escritura. Por este motivo tomaremos como inicio de esta etapa histórica el momento en el que se desarrolla una cultura que da identidad de pueblo a los habitantes de esta zona geográfica. Una muestra muy significativa de esta cultura son las Estelas Gigantes: discos pétreos de culto al Sol y la Luna. Estos monumentos monolíticos se han fechado en torno al siglo II a.c. en plena Edad del Hierro. Es en este momento en el que se puede decir que este territorio estaba habitado por un pueblo con cultura e identidad propia: los cántabros. Su origen no está muy claro, pero se supone que es el resultado de la fusión de grupos celtas llegados en oleadas del centro del continente y la población autóctona.
Varios son los vestigios que sobre esta etapa se localizan en el Valle de Buelna e incluso en el propio Término Municipal de Los Corrales de Buelna. Tanto los referentes al pueblo cántabro como los posteriores, ya en momentos de plena romanización, son elementos insignes de la Historia de Cantabria.


Las Estelas Gigantes de Lombera y Barros son, por su singularidad, objetos patrimoniales de primer orden. Tanto es así que una de ellas ha pasado a ser elemento del escudo regional. Otros vestigios muy importantes , son los restos de castros cántabros en las cumbres que rodean el valle. Monte Dobra y el Cueto
Tras dos siglos de continua expansión por la Península, Roma se encuentra con los últimos baluartes ajenos al imperio de toda Hispana: galaicos, satures y cántabros.
una vez concluida la conquista militar se iniciaba la conquista cultural y económica. Para ellos se inició la construcción de una vía de comunicación que atravesase la región, de sur a norte,(Calzada Romana). Junto a esta vía de comunicación a la altura de Las Caldas de Besaya, parece ser que existieron unas termas aprovechando la surgencia de aguas termales.
Edad Media
De esta etapa histórica es la primera cita documental de nuestro valle, el entonces conocido Val de Olna. En el año 968 aparece señalado como parte de los privilegios del Monasterio de San Millán. Una década más tarde y con motivo de la fundación de la abadía de Covarrubias por los condes de Castilla Garcí Fernández y Aba, vuelve a hacerse referencia documental- En uno de los documentos se dona el Valle de Olna, como dote de su hija primogénita Dña Urraca al tomar los hábitos como religiosa. Con este motivo, el nuevo Infantado pasaba a ejercer la propiedad de los distintos lugares de culto existentes en ese momento: San Martín de Lobao, San Julián de Barros, San Cipriano y Santa María de Los Corrales, San Andrés y San Román de Somahoz, Santa María de la Cuesta,.
A lo largo de varios siglos se mantuvo este dominio señorial aportando rentas importantes a la abadía. Tanto es así que, el padre Luciano Serrano, en un comentario a su edición del Cartulario del Infantado de Covarrubias, dice que se trata de uno de los territorios de mayor producto económico para la abadía, recaudando sus rentas a través del régimen del arrendamiento. Esto ocurría a mediados del siglo XIV, entonces el aprovechamiento de los monasterios, granjas, ermitas y vasallos (que son en Asturias, el Val de Olna), era entregado en renta por el abad a dos vecinos de Cieza y Campuzano; a cambio éstos entregaban una cantidad en metálico y otra en pan, vino, carnes y cebada para las bestias.
Pero no todo el Valle estaba bajo el mismo vasallaje; el lugar de San Mateo de Buelna dependía de la abadía de Cervatos y, por tanto, por gentes pagaban tributo a este monasterio mediante una cantidad de obradas y moneda; simultáneamente la villa de Cóo era de realengo.
El proceso de transformación desde el régimen señorial de abadengo (señorío eclesiástico) hasta el solariego (señorío aristocrático) se constata con una cierta claridad en la historia del valle de Buelna. Los primeros en tomar relevancia fueron los titulares de la casa de la Vega. Éstos detentaban un poder económico importante sobre el valle, a través del arrendamiento de los bienes de la abadía de Covarrrubias a mediados del siglo XIII. Así lo manifestaba Alfonso X "El Sabio" en una carta que en 1.269 dirigía al gobernador de la región. Según se indicaba en esta misiva, el arrendatario de estos bienes era D. Pero Lasso, padre del primer Garci Lasso.
A principios del siglo XV concretamente en 1.413 aparecen referencias a un personaje que marcó historia en el Valle, el famoso Pero Niño, Conde de Buelna. Este noble ya había conseguido una gran fama en el reino de Castilla pro sus acciones contra los corsarios en 1404 y si viaje a Inglaterra en 1.405
"La Crónica" de Don Pero Niño, escrita por su alférez, Gutiérrez Díaz de Games, narra con gran detalle las luchas contra los corsarios "que andaban robando por el mar de Levante" los viajes de su flota por las costas del Mediterráneo, recalando en la mayor parte de los puertos conocidos, el encuentro con el antipapa Luna o su ataque al puerto de Túnez, etc.
Como pago de sus servicios políticos y militares y el apoyo al condestable Alvaro de Luna en la batalla de Higuereule, recibió el título de conde de Buelna de manos de Juan II de Castilla. Sobre este hecho, en "La Crónica" se señala que se le ofreció el título de conde de Alva, antecesor del que hoy se conoce como ducado de Alba. Sin embargo, Pero niño prefirió la concesión del condado de Buelna, precisamente como consolidación de su dominio señorial, territorial y jurisdiccional en aquel valle.
Dentro de los bienes que a la muerte de Pero Niño recibirían sus herederos, figuraba el valle y el condado con la Torre-fortaleza de la Aguilera, la herrería, los términos solares y prados, pastos ríos y determinados tributos a lo largo del valle.
 Edad Moderna
En el siglo XVII tienen lugar importantes movimientos demográficos en todo el norte peninsular y, como no, en nuestro valle. Si inicialmente la comarca pierde población al marcharse muchos de sus mozos, posteriormente y como si fuera una compensación, en muchos de sus pueblos comienzan a construirse palacios y amplias casonas solariegas. Esta experiencia de desahogo económico se debe mayormente a la llegada de plata de la indias.
Ejemplos significativas son el Palacio-casona del Conde Mansilla, el de Ceballos en Barros o las casonas de Ceballos y Melchor en Cóo.
Es también en este silo cuando se inicia la fundación de escuelas de primeras letras. Uno de los elementos más representativos de esta época es auge de los molinos maquineras.
Construcciones que muestran un auge importante del trasiego de mercancías, especialmente cereales, camino de la costa.
Un indicativo de la importancia que tomó esta vía de comunicación en esta época se refleja en las señalizaciones que instalaron. Hasta nuestros días han llegado algunos vestigios de ellas. Este es el caso de los dos leguarios existentes en el municipio, que datan del año 1.753.
Su localización se sitúa junto a la ermita Ntra Sra de la Rueda (Barros) y en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil (Los Corrales) en el primero se señala una distancia a Santander de 6 leguas y media y en el segundo siete leguas.
Hasta la implantación del sistema métrico decimal, el 1 de julio de 1880, la legua era una de las unidades de longitud más utilizadas, su equivalencia era de 5.572 metros por legua.
Sobre el nombre de Los Corrales no se conocen datos anteriores al año de 1333. De las hipótesis más verosímiles está la creencia de que el patronímico es debido a la existencia de corrales de ganado que los habitantes de Lobao tenían en el valle para su uso durante el invierno. Como se puede apreciar, si esto fue así, mucho han cambiado las cosas desde entonces: hay quien asegura que en eta zona del valle los únicos grupos de población se situaban en Lobao, Lombera y San Andrés.
Lobado formaba una entidad bien definida, ya que en el empadronamiento efectuado en 1680, se cita al cura del lugar de Lobao, cuya parroquia regía en aquel entonces D. Pedro Saiz de Arce. La iglesia era la heredera del anterior Monasterio de San Martín ya mencionado en el siglo X. Estas construcciones, en estado ruinoso con el paso del tiempo han aportado sillerías losas a la construcción casonas a principios del s. XX. En 1980 durante las excavaciones realizadas en un huerto próximo, se desenterró su pila bautismal junto a dos grandes cruces grabadas en piedra



CASONAS
La variedad que contiene el Valle de Buelna tanto en casonas montañesas de los siglo XVI al XIX, como palacios, portaladas timbradas y escudos heráldicos, lo convierten en uno de los más atrayentes de nuestra región, sobrepasando el centenar el número de escudos existentes en la actualidad dejando entrever su rico y esplendoroso pasado.

No existe pueblo, aldea, o barrio que no cuente en su entorno con una bella muestra de ese tiempo pretérito. Se cita la portalada y el escudo del Palacio de la Cava, casa principal de los Cevallos, hoy Palacio de los Condes de Mansilla, del siglo XVII en los Corrales de Buelna.
Perteneciente también al apellido de Ceballos, existe en el pueblo de Barros un magnifico conjunto de Casa-Palacio-Capilla y Portalada, todas ellas timbradas con las armas de la familia y alianzas perteneciente al siglo XVIII.
En el entorno del Parque de La Rasilla de Los Corrales de Buelna, encontramos otras tres estupendas portaladas del siglo XVIII, todas ellas timbradas con magníficos escudos de armas y pertenecientes a los apellidos: Bustamante, Quijano y Gutiérrez del Castillo
En Somahoz puede verse una casona montañesa timbradas con las armas de Fernández del Castillo-Bustamente
La arquitectura de los siglos XVIII y XIX también ha dejado buenos ejemplos, sirvan de muestra los solares de la familias Quijano, Oriol Bustamante , Pilatti, y Gutiérrez Mata, todas ellas en el entorno del parque de La Rasilla.
TODA ESTA INFORMACIÓN ESTA SACADA DE LA WEB DEL AYUNTAMIENTO DE LOS CORRALES DE BUELNA. Si quereis mas información como patrimonio, costumbres, etc. os remito a la web en este enlace:


















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